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¿Dieta atlántica o dieta mediterránea?

Los nutricionistas no dejan de alabar una y otra vez los beneficios de la dieta mediterránea:

el uso del aceite de oliva como grasa saludable, el elevado consumo de frutas y verduras y la ingesta regular de agua son algunas de las características que convierten a este tipo de alimentación en una de las más saludables del mundo, aunque no la única.

¿Cuáles son las características más destacables de la dieta mediterránea?

• Mayor consumo de pescado y aves que de carnes rojas.
• Ingesta de pescado en abundancia.
• 3 piezas de fruta y 2 raciones de hortalizas
• Uso de aceite de oliva como principal fuente de grasa.
• Abundante consumo de pan, pasta, verduras, ensaladas, legumbres y frutos secos.
• Consumo diario de productos lácteos (yogur, quesos,…)
• Consumo moderado de vino durante las comidas.

Pero la península ibérica cuenta también con otra dieta igualmente beneficiosa para nuestra salud, tal y como explicábamos hace unos meses en un post sobre los beneficios de la dieta atlántica gallega. Y es que la dieta atlántica comparte gran parte de las bondades nutricionales y saludables de la dieta mediterránea, aunque con sus propias particularidades. Estas son sus principales características:

• Consumo abundante de pescados y mariscos, por encima del de carnes.
• Carnes rojas (especialmente ternera y cerdo). Tradicionalmente el consumo de este tipo de carne ha sido elevado, aunque lo recomendable es comer carne una vez a la semana, preferiblemente carne magra, y evitar un consumo excesivo de derivados del cerdo (lacón, chorizo, etc.)
• Gran protagonismo del aceite de oliva (tal y como ocurre con la dieta mediterránea), que sirve para compensar el alto consumo de grasa animal.
• Consumo elevado de frutas (manzanas y cítricos principalmente) y hortalizas (berzas, grelos, judías, cebollas, pimientos, …).
• Consumo diario de productos lácteos.
• Consumo moderado de vino durante las comidas.

Como podéis ver, se trata de dos dietas distintas que, cada una con sus características propias y varios puntos en común, nos permiten disfrutar del placer de comer de manera saludable.